Roger Waters ha vuelto a alzar la voz sobre la postura de Thom Yorke y Jonny Greenwood ante la situación de Israel y Palestina.
El exintegrante de Pink Floyd ha sido un defensor vocal del movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) desde 2011, que busca “poner fin al apoyo internacional a la opresión de los palestinos por parte de Israel y presionar a Israel para que cumpla con la ley internacional”. En 2017, criticó la elección de Radiohead de ofrecer un concierto en Tel Aviv, uniéndose a artistas como Thurston Moore y Tunde Adebimpe para dirigir una carta al grupo en la que se les pedía reconsiderar la decisión.
En una entrevista reciente, Waters reavivó el debate, revelando que intercambió varios correos electrónicos con Yorke después de redactar la carta. “Le escribí [a Yorke] un correo que decía: ‘Perdón si pensaste que estaba siendo confrontativo’”, recordó Waters, antes de agregar que Yorke criticó que no tuviera “la decencia o la gracia” de tener una conversación. “Entonces yo le respondí: ‘¡Thom, la gente en BDS ha estado tratando de tener una conversación contigo durante meses! ¡Y yo también!’”, dijo.
Sobre cómo concluyó la conversación, Waters respondió: “¡El tipo es un completo idiota!”
Waters también habló sobre un suceso reciente en un concierto de Yorke, cuando el cantante respondió a un manifestante pro-palestino que se encontraba gritando durante su interpretación: “Súbete al maldito escenario y di lo que quieras decir. Pero no te quedes ahí como un cobarde, ven aquí y dilo. Vamos”.
“Creo que está dañado”, dijo Waters sobre el vocalista de Radiohead, “está muy dañado. Obviamente es muy, muy inseguro. Obviamente cree que es muy inteligente, pero no lo es. Así que no puede tener una conversación”.
“No hay discusión. Están los oprimidos y los opresores. Los oprimidos son los pueblos indígenas de Palestina, los opresores son los colonos visitantes de Norteamérica y el norte de Europa… No hay nada difícil de entender. No es un conflicto. ¡Es un genocidio, Thom y Jonny!”, dijo sobre la polémica que Greenwood enfrentó al trabajar en un proyecto musical con el músico israelí Dudu Tassa este verano.
